Resistente al agua: dado que se usa en un entorno marino, el interruptor de alimentación de un barco debe ser resistente al agua para evitar daños por exposición al agua.
Duradero: debe estar hecho de materiales duraderos y de alta calidad para resistir el duro ambiente marino y el uso frecuente.
Fácil de operar: el interruptor debe ser fácil de operar, incluso en condiciones difíciles o en la oscuridad.
Indicadores claros: Debe tener indicadores claros de encendido/apagado para una fácil identificación de la posición del interruptor.
Tamaño compacto: el interruptor debe ser de tamaño compacto para caber en el espacio limitado disponible en un barco.