Sonoridad: Los silbidos están diseñados para producir un sonido agudo y penetrante que puede transportar el ruido de las salpicaduras de agua y la charla de la multitud. Esto asegura que el silbato se pueda escuchar desde la distancia, lo que permite que el rescatador pueda encontrar a la persona que necesita ser rescatada.
Tono distinto: los silbidos suelen tener un tono único y fácilmente reconocible. Esto ayuda a las personas a distinguir el silbido del salvavidas de otros sonidos, asegurándose de que respondan adecuadamente a sus señales.
Durabilidad: dado que los silbatos de salvavidas están expuestos al agua y elementos exteriores, generalmente están hechos de materiales duraderos que pueden resistir el medio ambiente. Los materiales comunes incluyen plástico, meta.