Resistente al fuego: una línea de vida ignífuga debería poder soportar altas temperaturas y llamas directas sin derretirse ni deformarse.
Alta resistencia: el salvavidas debe estar hecho de materiales de alta resistencia para soportar el peso de una persona sin romperse.
Duradero: debe estar hecho de materiales duraderos para soportar condiciones duras y uso frecuente.
Ligero: a pesar de su fuerza, el salvavidas debe ser liviano para facilitar su manejo y transporte.
Alta visibilidad: La línea de vida puede venir en colores brillantes o tener propiedades reflectantes para aumentar la visibilidad en condiciones de poca luz.